Ana, Zaragoza, España
«Ilusión de estar en una escuela salvadoreña»
(Julio – agosto 2008 y 2009)
Cómo empezar a contar algo tan grande, tan hermoso, tan increíble…
Hace ya un año que volví a casa de El Salvador y lo recuerdo como si fuese hoy…
Pedí esta beca en la universidad y apunto estuve de quedarme fuera. Cuando me comunicaron que fui elegida vi mi nombre allí grabado, el corazón me dio un vuelco, mi sueño se iba a ver cumplido… No tuve ningún miedo, la verdad, hasta la noche antes de irme a coger el avión, en la cual, empezaron a entrarme los miedos, a pensar qué iba a ser de mí esos meses, qué podría hacer si me había equivocado y me viera sufriendo… Así, me metí en la cama con mi madre y la abracé; no quise pensar y no pude dormir hasta que salimos y cogí ese esperado avión.
Bien cierto es que el concepto que uno tiene antes de irse no tiene nada que ver con lo que allá sucede. Me asignaron a «Los Mata» y allá llegamos, me pareció algo así como entrar en medio de la selva. Aquel autobús casi volcando, la polvareda, cuestas y más cuestas… y allí estaba mi casita, hecha de adobe y madera y toda la comunidad esperando en la puerta para recibirnos, cada vez más y más niños, abrazándonos, sonriéndonos…
Estaba tan desconcertada…
Con los días allí, seguían estando, trayendo guineos, platicando, observándonos.
También recuerdo mi sentimiento al entrar en esa escuela que tantos momentos me dio, donde más bien fui yo quien aprendió. Una escuela que para mí es digna de admirar y en la que a pesar de su estructura y las diferencias con lo que nosotros consideramos una escuela, no le faltaba ningún detalle.
Realmente es algo frustrante intentar trasmitirlo o contarlo ahora en una valoración y saber que tus palabras no van a alcanzar lo que realmente quieres contar, y que nadie nunca te va a entender si no vive lo mismo exactamente que tú has vivido. Podría estar días hablando y no podría trasmitir lo que allí viví.
Me sentí tan querida que no llegaba a comprender toda aquella bondad que me envolvía en esa aldea, viví cada día como un regalo, sobretodo mi relación con los niños. Mi forma de ser ha hecho que disfrute de cada momento con ellos, trasladándome a eso mismo, a volver a ser una niña con ellos.
Mentiría si dijera que no he sentido en ciertos momentos que me venía abajo y he vivido ratos duros, pero lo cierto es que todo lo demás compensa esto de una forma gigante.
He sentido mucha pena y me he involucrado al máximo, hay quien opina que eso no es bueno, pero por suerte o por desgracia yo soy así y por ello lo viví tan intenso.
Me olvidé de quién era aquí y luché por integrarme en su cultura, cosa que conseguí y disfruté al máximo.
Algo como pasear por aquellos cerros, subir a los árboles con los niños, jugar a bate en el cerro, lavar con Juana la ropa y reírnos de lo mal que yo lo hacía al principio y lo mucho que me costó aprender…, todo estaba cargado de unos sentimientos llenos de fuerza, era tan feliz que por momentos creí que no querría marcharme de ahí.
Desde hace años tenía claro que quería vivir algo así y también tengo que decir que me ha reafirmado todo lo que siento en mi interior, mucho antes de este viaje. Pienso seguir cooperando y viajando allá en alguna ocasión.
Sólo quien lee este trabajo y lo ha vivido, sabe entenderlo bien, porque un día lo vivió.
Me sentí tan llena, que los últimos días hubiera dado todo porque el tiempo se parara un poco, y hacer un poco más, parece como si todo fuera poco allá…
Estoy realmente orgullosa, de mí y de mis compañeros. No quiero pensar en qué se pudo hacer, ni mucho menos cuestionarme qué pudo ser mejor o peor…
La huella que allí quedó es lo mejor que pudimos hacer y por ello estamos orgullosos, porque lo dimos todo y ellos nos regalaron este sentimiento que ahora tenemos y que nos hace brillar los ojos cuando pensamos solo un poco y nos trasladamos allá, pues está claro que ellos nos regalaron algo mucho más grande… sin duda. Lo que yo ahora siento nadie me lo quita y me llena de felicidad.
Cada vez que lo pienso algo se mueve dentro de mí, algo gigante que me hace sentir especial y sé que eso me acompañará de por vida.
FUNDEMAC fue mi segunda casa y allá hice muy buenos amigos, me quedo con todo lo bueno que vivimos juntos y nunca pensaré en las diferencias, sino en lo que nos une, el deseo de lograr un mundo mejor y ayudar a quien más lo necesita. Zulma, Suyapa, Karen, Paty, Santiago… todos, uno por uno y sobretodo Enrique… GRACIAS A TODOS POR VUESTRA PACIENCIA,y por ser parte hoy de este recuerdo que me llena de felicidad, siempre os llevaré en mi corazón e iré a visitaros, eso sin ninguna duda.
Me llevé tres niñas preciosas que sí o sí, seguirán formando parte de mi vida, ya que tengo un compromiso sentimental y material con ellas. El contacto será infinito y volverán a verme en “Los Mata” tan pronto como mis posibilidades me lo permitan. Hace unos meses llegó la terrible noticia de la muerte de Sonia, la mayor de las niñas que apadriné… Me cayó como una bomba, desde aquí quiero que siempre haya un recuerdo hacia ella, era una niña ejemplar y mi mayor compañía allá. SIEMPRE LA LLEVARÉ CONMIGO. TE QUIERO SONIA.
Estoy feliz y siempre que pueda lo recomendaré, porque pienso de verdad que es algo que todos deberíamos llevar a cabo, aunque sea una vez en la vida. Esta experiencia te depura, es una cura de humildad y te aporta muchos valores, que está claro que uno coge o deja a su voluntad…
Me quedo con todo lo bueno y aplaudo a toda la gente que coge su maleta y se va a cooperar, compartir, abrirse los ojos y dejar apartada su vida un tiempo, a veces muy largo o indefinido, para regalársela a los otros, no veo nada más hermoso ni mejor que hacer… Cada día lo tengo más claro.
Muchos sueños míos se alzaron allá y ahora no me los quito de la cabeza, a veces me parece un sueño todo e intento despertarlo para que no se me vaya al olvido…
Sé que siempre recordaré cada momento y cada persona especial que compartieron algo conmigo, miraré atrás sin darme cuenta y algo me hará vibrar dentro, eso tan difícil de lograr y tan precioso… ME LO HAN REGALADO ELLOS.
¡¡¡GRACIAS!!!
(creo que también estaría bien poner este enlace, es un video que hice con los niños mientras estaba allá para mandar a mi familia y amigos para que vieran como era aquello)
Espero que sea lo que esperabas, un saludo Enrique espero que vaya todo bien y que tu niña esté preciosa.
LOS QUIERO, aNiCa